viernes, 1 de agosto de 2008

Las habitaciones disponibles

En la revista de la asociación de jueces Francisco de Vitoria hemos encontrado la siguiente anécdota, que ocurrió en un juzgado de Primera Instancia e Instrucción durante la celebración de una vista por un procedimiento civil. Todo era muy solemne. Se hacen muchas preguntas y todas se responden de esta forma, hasta que se pronuncia la siguiente:
-¿Podría usted decir cuántas habitaciones tiene su casa? -interpela el fiscal.
El interrogado, que está tranquilo, se toma su tiempo para responder. Hace un cálculo mental, acompañado de un silente movimiento de labios, y se dirige al tribunal planteando una aclaración:
-Lo que me pregunta es ¿contando la cuadra?
Primero se rió su abogado -para dentro, claro está-, después el letrado contrario, con algunas convulsiones y haciendo ya ruido. Luego, sin cortarse para nada, los dos procuradores, y finalmente el juez se sumó a las risas. El secretario dio fe de todo, mientras también se reía. El litigante presenció la escena muy serio. No entendía dónde estaba la gracia.

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